miércoles, 30 de julio de 2014

La sociedad

Vivimos en un mundo donde la gente critica y critica, sin tener idea de lo que siente por dentro una persona, de lo que ha vivido, de lo que piensa, de lo que quiere hacer con su vida, solo importa la manera de vestir, eso es lo que juzga todo.

Es triste pero cierto, por desgracia vivimos en una sociedad donde mayoritariamente la gente valora más el físico, las apariencias y la capacidad económica que la personalidad y los valores y virtudes que tenga, es una sociedad asquerosa y tóxica, donde la opinión de la mayoría es la que cuenta.

Uno no puede salir a la calle con normalidad vistiendo como a él le da la gana, porque o sus padres le critican, o la sociedad piensa mal de él y una cosa muy diferente es estar en un ambiente laboral bien arreglado, y otra cosa, es no poder salir por temor a ser criticado, por desgracia esto sucede.

Y lo mejor de todo, cuando alguien necesita ayuda, nosotros no se la damos, pero somos los primeros en pedirla.

Después están los "amigos" esos que dicen serlo y apoyarte siempre y que en cualquier momento cuando menos te lo esperas están hablando mal de ti o simplemente, te abandonan cuando tu lo diste todo por ellos en su momento.

No hablemos de los "amores", esos que te juran por siempre fidelidad, les apoyas en todo, les das cariño, amor, cuidas de ellos porque te importan hasta que un día, después de todo lo bonito que te dijo, y todas sus promesas, te dejan tirado en el suelo esperando a que te levantes y continúes con tu vida, solo porque aquello fue temporal, simplemente quería disfrutar contigo, hasta que encontró a otra persona que consideraba mejor, bien porque lo prefería o bien porque tuviera mejor físico, o bien simplemente porque se hartase de ti. Es triste que las parejas no sepan aguantar los problemas, y a la mínima, al mínimo obstáculo tiren la toalla y se rindan.

Y no hablemos de la violencia, las guerras, los maltratos, la discriminación, la destrucción de la naturaleza, los abortos fuera de tiempo y la corrupción. 

¿Ahora yo pregunto, como queréis hacer un mundo mejor, si ni siquiera, nosotros nos proponemos cambiarlo?